El terremoto de magnitud 6,1 que ha sacudido este domingo el noroeste de Turquía ha dejado al menos un muerto y se mantienen las labores de desescombro por si hubiera personas atrapadas en el derrumbe de varios edificios en Balikesir. Escenas de pánico se han vivido en varias ciudades turcas y decenas de personas salieron a las calles, a pesar del aviso de las autoridades de no acercarse a los edificios colapsados.
El alcalde de la ciudad de Balikesir, Ahmet Akin, ha informado que el fallecido, cuya identidad no ha sido aún determinada, murió al quedar sepultado en uno de los edificios colapsados.
El terremoto con epicentro en la región de Mármara en Turquía a una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).
El organismo emitió una alerta amarilla por posibles muertes y pérdidas económicas, a través de su sistema de Evaluación Rápida de Terremotos Globales para Respuesta (PAGER, por sus siglas en inglés), que evaluó “la distribución de la sacudida, el número de personas y asentamientos expuestos a sacudidas severas, y el rango de posibles muertes y pérdidas económicas”.
